martes, 25 de junio de 2013
Espacio y aprendizaje
Para entender la
influencia que tiene un espacio dentro de nuestro proceso de
aprendizaje primero debemos tomar conciencia de la dependencia que
tenemos hacia el. Por ejemplo, en una sala diseñada para
recitales/conciertos podemos encontrar un sonido
de alta calidad, una organización de las sillas que favorezca la visión y
audición, que sean ergonómicas y promueven la comodidad, luces que
enfoquen a los intérpretes y un el aislamiento acústico que separe la
sala de la contaminación sonora. Todas estás características pueden ser
propicias para la función que cumple el espacio, y ademas nos puede
adecuar y llevar hacia ciertos estados dependiendo de su función. Estos
estados pueden ser tanto sensoriales, como piscinas y parques de
diversión, emocionales, como estadios de futbol y funerarias, o ambos,
como una sala de cine. La pregunta es ¿podemos transformarlos para
nuestro beneficio? Para mi la respuesta es un si rotundo pero fluctúa
dependiendo de la permisibilidad que ofrece cada espacio para su
transformación. Desde algo tan grande como intervenir un espacio a forma
de "Land Art", hasta algo tan simple como organizar nuestro escritorio
nos puede ayudar a optimizar las herramientas de nuestro ambiente de
aprendizaje, sin embargo, primero debemos analizar su funcionalidad y
discernir cual es la manera mas adecuada en la que podemos transformarlo
y cuestionar la pertinencia de tal transformación.
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